martes, 6 de enero de 2009

Poder Judicial

NUEVO PRESIDENTE DEL PODER JUDICIAL INAUGURA EL AÑO JUDICIAL: ¿QUÉ TIPO DE PODER JUDICIAL QUEREMOS?
El día 5 de enero pasado el magistrado Javier Villa Stein pronunció su discurso de inauguración del año judicial 2009, asumiendo de esta manera el cargo de Presidente del Poder Judicial
Desde Justicia Viva hemos sido críticos a su candidatura, pues consideramos que no era la persona más adecuada. Sin embargo, fue elegido con el voto mayoritario de los magistrados supremos. Por nuestra parte, respetamos dicha decisión aunque no la compartimos, en todo caso, estaremos atentos a su gestión, ejerciendo nuestro derecho a la vigilancia democrática ciudadana de sus decisiones y medidas.
A continuación, un análisis del discurso, tanto en lo que dijo como en lo que dejó de decir:
1. Faltó una perspectiva general que indique el norte a seguir
En nuestra opinión, un discurso de apertura del año judicial debe ser la oportunidad del Presidente del Poder Judicial para presentar un plan de trabajo sólido y coherente, que precise los objetivos generales que la nueva gestión desarrollará. Sin bien son necesarias medidas concretas, deben hacerse también esfuerzos por presentar una visión general de conjunto, que articule las diferentes acciones a tomar, y que señale con claridad lo que se quiere hacer, o hacia dónde se quiere ir. Este ha sido uno de los grandes vacíos del discurso del nuevo Presidente del Poder Judicial.
2. Deliberado silencio sobre la reforma de la justicia
El Presidente del Poder Judicial ha dicho literalmente “no venimos a hablar de reformas”. Acto seguido, hizo un listado de las distintas reformas de la justicia realizadas en nuestro país, terminando con la CERIAJUS, la cual es mencionada una sola vez, y de forma tangencial. Luego concluyó diciendo que “tampoco venimos a hablar de la reforma de propugnan ciertos redentores maniqueos que invocan permanentemente motivos sublimes para su intromisión…”. ¿Qué debemos entender de estas palabras?
En nuestra opinión –y ojala nos equivoquemos—, todo parece indicar que la reforma de la justicia no está en la agenda del Presidente de Poder Judicial. En todo caso, no deberíamos sorprendernos, dados los cuestionamientos formulados al actual Presidente del Poder Judicial3, una cosa como esta era previsible.
3. Énfasis y acciones anunciadas
Tres aspectos cruciales fueron reiterados durante el discurso: a) la independencia y autonomía del Poder Judicial, b) la eficiencia del Poder Judicial en un contexto de crisis económica mundial, y c) la transparencia de la información.
La independencia se mostró desde el inicio como la principal preocupación, y a partir de ello se cuestionó que las ratificaciones establecidas por la Ley de Carrera Judicial generan un sistema precario de permanencia y que eso afecta la autonomía e independencia. Esta posición es inexacta pues las ratificaciones pueden generar precariedad solo en la medida que queden libradas a la arbitrariedad política. Pero ese no es el caso actual, pues la Ley de Carrera Judicial busca implementar un sistema técnico e integral que evalúe el desempeño de los magistrados, en el que las ratificaciones son solo una salida final para elementos que no cumplen con la idoneidad necesaria para ostentar un cargo tan valioso como el de magistrado.
A partir de su crítica a la Ley de Carrera Judicial, el nuevo Presidente del Poder Judicial consideró que ésta debía revisarse constitucionalmente, y aprovechó para reiterar que el Poder Judicial debe “retomar su función contralora de la constitucionalidad de las leyes”, por lo cual anunció una propuesta legislativa para que la Sala Plena asuma esta labor. Es decir, aunque no lo dijo expresamente reiteró su propuesta de quitar al Tribunal Constitucional la facultad del control concentrado de la constitucionalidad de las leyes.
Consideramos, que debe tenerse cuidado en invocar en forma genérica al principio de independencia judicial, pues podemos terminar justificando la resistencia al cambio necesario, como cuando se menciona el tema de la ratificación; o como argumento de exclusión de la sociedad civil, pues en diversos pasajes se dio a entender que la participación de esta en el ámbito de la justicia podría derivar en intrusión.
Por otro lado, el nuevo Presidente del Poder Judicial enfatizó que asume el cargo en un contexto de crisis económica mundial y que eso exige mayores esfuerzos del Poder Judicial pues una justicia ineficiente influye negativamente en el crecimiento económico. En esta línea se anunció la creación de un Concejo Consultivo conformado por destacados economistas aunque no quedó muy claro en qué consistiría su participación.
En la búsqueda de un sistema más eficiente, se anunciaron cambios en la gestión que buscan redefinir el modelo de despacho judicial, la formulación de metas concretas en la resolución de expedientes para cada órgano judicial, establecimiento de estímulos para aumentar la labor jurisdiccional, la cual será publicada en ranking mensualmente. Se anunciaron también, sistemas de apoyo a la labor jurisdiccional que brindará servicios ampliados a los ciudadanos, un Programa Piloto de Notificación Electrónica, y se buscará un nuevo Sistema de Gestión Administrativa.
También en el lado de gestión institucional, resulta interesante la iniciativa de disponer la ampliación de competencias de las Cortes Superiores de Justicia que cuenten con Consejo Ejecutivo, para la gestión de adquisición de bienes y servicios, así como las concernientes al traslado local de Magistrados y ocurrencias relativas al personal administrativo. Esto se vincula a la búsqueda de un sistema más descentralizado, pues también se anunció que habrá mayor contacto entre los presidentes de las cortes superiores y el Presidente del Poder Judicial.
En lo referente a transparencia, el discurso mostró preocupación por establecer mecanismos que le permitan una mejor relación con la sociedad, asumiendo que no hay una adecuada comunicación. Por ello, se anunció la designación de voceros judiciales en la Corte Suprema y cada una de las cortes superiores, la difusión de la actividad judicial a través de TV Perú, el potenciamiento del portal del Poder Judicial como medio de difusión, y la formulación de un proyecto para la creación de un medio de comunicación masivo propio del Poder Judicial.
4. ¿Qué faltó en el discurso?
Si bien se hicieron muchos anuncios de medidas concretas y muy importantes, muchos temas substanciales brillaron por su ausencia, como dice el propio Javier Villa Stein, “se quedaron en el tintero”, no obstante tratarse de temas claves para la administración de justicia. Quizá la principal ausencia sea la reforma de la justicia, pero no es la única. No se ha dicho nada sustantivo sobre la lucha contra la corrupción ni nada en relación con el subsistema nacional anticorrupción, no obstante la delicada función que este cumple. Se trata de uno de los puntos claves en la agenda de la transición democrática luego del gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
Se dijo sobre este tema es que se debe privilegiar el control preventivo y sistemático de la corrupción, sin sacrificar la independencia del juez, agregando, que deben atacarse los factores condicionantes de esta, recurriendo a la tecnología y a la modernización de procedimientos. También anunció la creación de una Unidad de Inteligencia Financiera que analice los incrementos patrimoniales irregulares de los magistrados.
Más allá de la corrupción en el sistema de justicia, se observó una despreocupación por la lucha contra la corrupción en general pues se sugirió que “la lucha contra los delitos contra el patrimonio del Estado, debe sacrificar su sino moralizante, propio de un puritanismo del Estado” por lo que propuso “fijar una mínima cuantía de infracciones contra el patrimonio del Estado (peculado, malversación de fondos y otras de igual carácter), evitando así que el costo del juicio sea mayor que la lesividad”.
Tampoco se dijo nada sobre las salas superiores anticorrupción y los juzgados especializados anticorrupción, a pesar que estos realizan una labor destacada en condiciones adversas y sin el apoyo necesario.
Todo parece indicar que la lucha contra la corrupción no gozará del respaldo del titular del Poder Judicial.
En más de un momento, el discurso del Presidente del Poder Judicial enfatizó la naturaleza del juez como garante de derechos fundamentales. Sin embargo, en forma contradictoria, no se mencionó nada sobre el subsistema de derechos humanos, ni sobre la Sala Penal Nacional ni sobre los juzgados supraprovinciales, pese a la importante tarea que tienen a su cargo. Esto indica que la judicialización de las graves violaciones a los derechos humanos tampoco es prioridad.
De otro lado, no se ha dicho nada sobre la Sala Penal Especial que tiene a su cargo el proceso contra Fujimori por los crímenes de la Cantuta y Barrios Altos, y que está a cargo del juez César Martín. Llama la atención que no se haga mención a estos procesos no obstante también su importancia. No debemos de olvidar que luego de este proceso, le aguardan a Fujimori otros procesos más relacionadas con la corrupción política, como son los casos de la compra de congresistas, el chuponeo, el pago de la CTS a Montesinos, la compra de tractores chinos, etc.
También llama la atención que luego de hacer hincapié el nuevo Presidente del Poder Judicial, en la independencia de los jueces, en que no están sometidos a ningún poder ni a ningún tipo de presión popular, este guarde silencio ante el reciente nombramiento de jueces en la justicia militar por el poder político, en abierto desconocimiento de las sentencias del Tribunal Constitucional, a pesar que la Constitución ha señalado que el nombramientos de estos está a cargo del Consejo Nacional de la Magistratura.
Otro de los grandes ausentes del discurso es la implementación del nuevo Código Procesal Penal, salvo una referencia general no se dijo nada. Ello es preocupante si reparamos que estamos en pleno proceso de aplicación en diferentes cortes de justicia de acuerdo a un cronograma, y que se trata sin lugar a dudas, de una de las principales reformas del sistema de justicia, que modifica la estructura y la filosofía de la justicia penal. Sabemos que esta reforma está logrando avances y resultados significativos, no obstante los precarios recursos con que se cuenta. Tampoco esto parece tener prioridad.
El tema de acceso a la justicia es otro de los grandes ausentes en el discurso, pues a pesar de que en el análisis de la situación también se le consideró importante no hubo anuncios concretos. Sabemos que aproximadamente la tercera parte de la población peruana no tiene acceso a la justicia, es decir, no puede acceder a los diferentes mecanismos de resolución de conflictos. Esto es grave pues significa que para un porcentaje elevado de conciudadanos no existe Estado Constitucional ni derechos que exigir y reclamar. Por muy elogiosas que fueron sus palabras finales sobre los jueces de paz, solo encontramos silencios.
En todo caso, es una lástima que se haya desperdiciado esta oportunidad para dirigirse no solo a los jueces sino a todo el país, para presentar hacia donde se quiere orientar los esfuerzos y las acciones del Poder Judicial en su gestión. No significa que las medidas anunciadas no nos parezcan importantes y valiosas en si mismas. Sucede que esperábamos un plan de trabajo sólido y articulado, con objetivos, estrategias, líneas de trabajo y resultados claros y precisos. En su lugar, encontramos un bosque de acciones y propuestas muchas de ellas desconectadas y desarticuladas.
5. Una buena noticia: Se definió la Sala que revisará la sentencia de Fujimori
Una buena noticia se ha dado a conocer luego del discurso del nuevo Presidente del Poder Judicial. Fue anunciada la nueva composición de la Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema4. Este anuncio es importante pues éste será el tribunal encargado de revisar la sentencia contra Alberto Fujimori por los casos de Cantuta y Barrios Altos, fallo que será expedido por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, presidida por César San Martín. Estimamos que, en conjunto, se trata de una sala que ofrece en términos generales confianza y credibilidad.
En efecto, la presencia de magistrados como Duberlí Rodríguez, presidente de la referida Sala, y de los magistrados Roberto Barandiarán y Elvia Barrios, generan tranquilidad y confianza en la opinión pública que estamos ante un tribunal independiente e imparcial. En el caso del primero, se trata de un magistrado que viene de ser Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque. Por su parte Barandiarán y Barrios, son magistrados integrantes del subsistema anticorrupción del Poder Judicial, el cual viene haciendo un trabajo notable.
En definitiva, se trata de una acertada decisión por parte del nuevo Presidente del Poder Judicial que felicitamos y reconocemos, pues se ha hecho caso a los cuestionamientos de la prensa y de los sectores especializados, los cuales llamaron la atención en relación al hecho que determinados magistrados, como Robinson Gonzáles y Almenara Bryson, no deberían participar de esta sala por no garantizar independencia, por haber sido blanco de fuertes criticas. Creemos que esta afortunada decisión le devuelve tranquilidad a la opinión pública, y genera credibilidad en el fallo que se pronuncie.
Juan Carlos Ruiz Molleda
Aníbal Gálvez Rivas
Consorcio Justicia Viva

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