viernes, 19 de junio de 2009

El efecto Bagua

Andahuaylas, martes 16, la protesta amazónica se propagó hacia el Sur andino. Tomaron el aeropuerto y no soltaban prenda a pesar de la inminente derogatoria de los decretos.
La crisis en las esferas del poder
En algo siguen coincidiendo el Presidente y el Premier. Su percepción sobre las influencias foráneas que azuzaron el conflicto es muy similar. En un dramático correo electrónico dirigido a los miembros del Partido Humanista, el premier agradece “a Dios no haber caído en la provocación de quienes malévolamente estaban al lado de los reclamos de los nativos, pero en el fondo lo que buscaban era un baño horroroso de sangre justamente de esos hermanos. En efecto, estos oscuros personajes tenían planificado provocar constantemente al Gobierno para que la Policía y el Ejército se vieran obligados a actuar en aras de recuperar las carreteras y las estaciones de petróleo tomadas por miles de nativos. Calculaban que si se reprimía de inmediato, las balas tenían un blanco seguro. Los hipócritas y mercaderes de la muerte hablan de genocidio de indígenas, sabiendo que eso es totalmente falso y, además de ser responsables, protegidos bajo la sombra, de lo sucedido, intentan ser solidarios con las familias de los asesinados. Qué asco y vergüenza. Les falló su cálculo para presentar al gobierno como genocida y dar el golpe”.
En ese sentido, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) envió el martes 16 una carta al presidente García en la que aseguran que no tienen “intereses vinculados a partidos políticos o agrupaciones externas” y ratificaron su apoyo al líder Alberto Pizango, que salió como asilado político a Nicaragua el mismo día, luego de recibir el salvoconducto de parte del gobierno. Los líderes de Aidesep llamaron a la deposición de todas las medidas de fuerza.
Puede que ahora esa organización intente despercudirse de los intereses radicales que llevaron a la tragedia de Bagua. Pero esos elementos siguen viéndose en las protestas convocadas por el Frente de Defensa de las Comunidades Campesinas en Andahuaylas, donde unas 10 mil personas han tomado las principales calles de la ciudad y hasta la pista del aeropuerto para acatar un paro indefinido. Escenario del irracional “andahuaylazo” de Año Nuevo del 2005 y zona de reservistas con fuerte impronta humalista, la ciudad se vuelve a embarcar en la sinrazón.

1 comentario:

Inkablogs dijo...

Muy bueno el blog, regresaré más seguido por tu bitácora. Bueno, aprovecho también para que le des un vistazo a este videoblog, el primero de Trujillo: www.trujilloteve.com. Estamos en contacto.